Blade Runner
Rick Deckard (Harrison Ford) deambula por la jungla de acero y microchips de la ciudad de Los Angeles del siglo XXI. Su misión: buscar androides genéticos criminales. Su orden: matarlos. Su delito: querer ser humanos. Muchos conocen la historia de Blade Runner pero pocos la han visto así. Esta es la visión personal del director Ridley Scott de su clásico de ciencia ficción. La nueva versión omite la narración de Deckard, entra en más detalles en el romance entre Deckard y Rachel (Sean Young) y suprime el final “feliz”. El resultado es un mayor impacto emocinal es decir, una gran película aún más grandiosa. Lo más intrigante resulta con la recién incluída visión del unicornio, que sugiere que Deckard podría ser humanoide. ¿Soñarán los androides con ovejas eléctricas? ¿Será Deckard un androide genético? Como todas las cosas del futuro, hay que descubrirlas por uno mismo.